El desafío más serio al dominio del dólar proviene de los países BRICS, gracias al creciente tamaño e influencia del bloque sobre el comercio global. El grupo de países emergentes se formó en 2006 por Brasil, Rusia, la India y China, al que se unió Sudáfrica en 2010.
Los BRICS sonaron en 2024 al incorporar a cinco nuevos países, entre ellos Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos, Egipto, Irán y Etiopía. Sin embargo, más países han presentado solicitudes para unirse a él y a su misión de desdolarización, incluidas hasta 16 nuevas naciones que podrían unirse a BRICS en 2024.
Egipto, Etiopía y Arabia Saudí rodean el canal de Suez, un paso clave para que los bienes fluyan hacia los mercados internacionales y que otorga a los BRICS una influencia de más del 12 % de todo el comercio mundial. El grupo tiene ahora una población combinada de alrededor de 3500 millones de personas, con una economía combinada con un valor de más de 28,5 billones de dólares o alrededor del 28 % de la economía mundial.
En agosto del año pasado, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pidió a los países BRICS que crearan una moneda común para el comercio y la inversión entre sí. Los BRICS también buscan crear sus propios servicios de Internet y no depender de la tecnología estadounidense para las noticias y las redes sociales.
Si los países abandonan el dólar, la moneda circulará de regreso a Estados Unidos y generará inflación, donde los precios de la vivienda, el alquiler y las necesidades básicas diarias se dispararán y se volverán inasequibles. Los países restantes que no hayan eliminado el dólar de su ciclo económico tendrían que compartir la carga con Estados Unidos.
La desdolarización también neutralizaría las sanciones estadounidenses contra países como Irán y Rusia y facilitaría los intercambios comerciales entre ellos. Además, generaría presión económica sobre los países occidentales, lo que llevaría a Europa a comerciar en euros y en cualquier moneda distinta del dólar, lo que haría que el dólar cayera aún más en picada.
El petróleo está en el centro del cambio. Un informe de JPMorgan de septiembre confirmó que cada vez más comercio de petróleo se realiza con monedas distintas al dólar. Rusia ha estado vendiendo en yuanes chinos, rublos rusos, dirhams emiratíes y rupias indias, según el Instituto de Finanzas Internacionales. Irán, que vende principalmente petróleo a China en yuanes, también ha aumentado sus exportaciones.
Fuente: HispanTV
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