La propaganda por el hecho es una táctica anarquista que tomo popularidad a finales del siglo XIX. Se refiere al uso de la acción directa (robos, disturbios, huelgas, asesinatos, etc.), o cualquier tipo de acto cuya finalidad es la propagación de ideas anarquistas. Sin embargo, generalmente se refiere a la violencia como acto simbólico para despertar a las masas y realizar la revolución.
Su aparición se debe a raíz de la debilitación del movimiento anarquista (a excepción de España e Italia, el anarquismo perdió importancia en la clase trabajadora) y la fuerte represión del estado contra anarquistas.
La meta de la propaganda por el hecho era desestabilizar los gobiernos, al mismo tiempo que inspirar y promover acciones revolucionarias en las clases trabajadoras.
Los resultados fueron, en su gran mayoría, catastróficos. La propaganda por el hecho no logro inspirar a las masas, ni propago las verdaderas ideas anarquistas. Al contrario, se comenzó a identificar al anarquismo como filosofía nihilista que solo pretende destruir y fomentar el caos. Adiós al fomento de ideas como cooperación, ayuda mutua, o autogestión. Así mismo, los ataques contra presidentes y la realeza impulsaron aún más la represión contra anarquistas, pacíficos o no. Y peor aún, los ataques fallidos, o vagamente planificados, que resultaron en un gran número de muertos inocentes, castigaron aún más al movimiento anarquista, esta vez de parte de las masas.
Si bien al comienzo muchos importantes filósofos anarquistas como Bakunin, Kropotkin, y Malatesta apoyaron la táctica, al ver los resultados de estos actos, ellos mismo decidieron que la propaganda por el hecho era contra productiva.En la Actualidad
A pesar de este cambio de actitudes, la propaganda por el hecho quedo en la historia como la acción más conocida perpetuada por anarquistas. Es la razón por la cual hoy en día el anarquismo es sinónimo de terrorismo fanático. Para empeorar aún más las cosas, existen pseudo-anarquistas que continúan usando esta táctica como actos simbólicos contra el sistema capitalista. Recientemente, ha habido ataques en Italia y Grecia, y algunos menos conocidos en México y Chile.
Estos pequeños grupos trabajan como células independientes y generalmente no forman parte de las grandes organizaciones anarquistas, pero aun así fomentan la impopularidad del movimiento entero. Es más, algunas de estas organizaciones usan las mismas siglas que organizaciones anarquistas. Ejemplo: Federación Anarquista Informal (FAI) -> Federación Anarquista Italiana (FAI). Los medios de comunicación raramente hacen mención sobre las diferencias entre las dos organizaciones.
Fuente: Bitácora anarquista
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