Fue el 1 de abril de 1939 cuando se consumó el golpe de Estado iniciado el 18 de julio de 1936. Y de aquellos polvos estos lodos. Lo que hoy padecemos en este engendro que llamamos España no es otra cosa que la consecuencia de una interrupción, brutal y sangrienta, de un sueño que comenzaba a hacerse realidad, de una República legalmente constituida por el mandato popular expresado en las urnas.
La vida cotidiana se está volviendo insostenible para una cada vez mayor parte de la clase trabajadora, y el llegar a fin de mes es un reto cada vez mayor. La clase obrera en Occidente se ve sometida a una proletarización salvaje y la violenta.
La catástrofe capitalista que vivimos hoy es el resultado inevitable de un sistema basado en la explotación, la acumulación desenfrenada y l...
