"¡Ya Basta!" declaró el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional, llamado así por el revolucionario mexicano Emiliano Zapata), cuando estalló en la atención internacional el día de Año Nuevo de 1994.
La rebelión se inició en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, México, en la tradición de todos los ejércitos campesinos: ¡saquear ayuntamientos y quemar escrituras de tierras! Destruyendo 10 oficinas gubernamentales, liberando a 179 prisioneros, luego atacando una guarnición del ejército, y en una ciudad derribando un helicóptero del ejército e incendiando el ayuntamiento antes de regresar silenciosamente a la jungla. El momento para la “audiencia” internacional fue crucial, coincidiendo con la controvertida introducción del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
El estado no tardó en responder, el 4 de enero fueron bombardeados diez pueblos cercanos a San Cristóbal, murieron 400 personas. El día 5, los tanques llegaron a la zona junto con más tropas, murieron más. El gobierno comenzó a distribuir propaganda negra y a evitar que las organizaciones de derechos humanos ingresaran a Chiapas. Luego, el EZLN se retiró a la selva y el 12 de enero comenzó un tenso alto el fuego. Desde entonces, el ejército mexicano ha estado utilizando una táctica de guerra de baja intensidad (matando y desplazando a civiles), que continúa hasta el día de hoy.
Los zapatistas han organizado “encuentros” internacionales que atraen a miles de personas de todo el mundo que han influido en el movimiento anticapitalista mundial.
El levantamiento zapatista ha permitido que más de 1.100 comunidades en Chiapas de 300 a 400 personas se organicen a nivel federal en 32 municipios autónomos donde el poder radica en la base. Las decisiones locales se toman a nivel local y las decisiones importantes se toman a un nivel regional o municipal más amplio, y las discusiones continúan hasta que se llega a un consenso. En estas áreas, la gente tiene mucho más control sobre sus vidas que antes y las mujeres pueden desempeñar un papel mucho más importante de lo que permitía la sociedad tradicional.
En el lado negativo, el EZLN está organizado jerárquicamente con oficiales de diferentes rangos y líderes de alto perfil. Su objetivo declarado es un programa que ofrece poco más que capitalismo liberal e incluso está respaldado por apelaciones a la constitución mexicana. Sin embargo, la lucha de los campesinos en Chiapas ha inspirado a muchas personas alrededor del mundo y enviamos nuestra solidaridad a todos los que luchan por la libertad y la igualdad en Chiapas.
Fuente: LibCom
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