Los procesos de Montjuic son el nombre del juicio militar que siguió al atentado terrorista contra la procesión del Corpus en la calle barcelonesa de Canvis Nous (Cambios nuevos) el 7 de junio de 1896 y que provocó 12 muertos y unos 35 heridos. La represión afectó principalmente al anarquismo obrero de Cataluña, siendo detenidas 400 personas entre ellas los maestros José López Montenegro y Juan Montseny Carret, los propagandistas Anselmo Lorenzo, Fernando Tarrida del Mármol, Sebastià Sunyé, Joan Baptista Esteve, Josep Llunas i Pujals y Teresa Claramunt, y el intelectual Pere Coromines. Todos fueron recluidos en el castillo de Montjuic, siendo incluidos en el proceso militar 87 personas.
Las diligencias judiciales fueron realizadas sin garantías jurídicas y las pruebas se basaron en declaraciones de los principales implicados, en especial Tomás Ascheri, obtenidas mediante torturas ordenadas por el teniente de la Guardia Civil “Narciso Portas” contra el mismo Ascheri, Francesc Callís, Antoni Nogués, Josep Molas, Lluís Mas, Sebastià Sunyé, Joan Baptista Ollé, Francesc Gana y el francés Joseph Thiolouse.
Un primer consejo de guerra se celebró en el mismo castillo desde el 11 al 15 de diciembre de 1896, pero la sentencia definitiva fue dictada por el Tribunal Supremo de Guerra y Marina en abril de 1897 en Madrid.
Fueron condenados a muerte y ejecutados el 3 de mayo de 1897 Ascheri,, Nogués, Molas, Mas y Joan Alsina; fueron condenados a 20 años de prisión Francesc Callis, Antoni Ceperuelo, Rafael Cusidó, Jacint Melich, Baldomero Oller, Josep Pons, Joan Torrents, Josep Vila, Jaume Vilella y Sebastià Sunyé; fueron condenados a 18 años de prisión Joan Casanovas, Epifani Caus y Joan Baptista Oller; fueron condenados a 10 años y un día a Antoni Costa, Francesc Lis, Josep Mesa Mateu Ripoll, Joan Sala, Llorenç Serra y Cristòfol Soler; los 63 absueltos fueron desterrados.
La denuncia del proceso se produjo inicialmente el mismo 1896, sobre todo gracias a la actividad en el extranjero de Fernando Tarrida del Mármol, que había sido liberado y había escrito "Les Inquisiteurs d’Espagne" (1897), así como por las campañas de prensa de La Revue Blanche y de "L’Intransigeant de París". En España la protesta la dirigió la prensa republicana (El Nuevo Régimen, El País, etc) y el libro "La barbarie gubernamental en España" (1897), atribuido a Ricardo Mella y Josep Prat. Posteriormente, se inició una intensa campaña por la revisión del juicio, especialmente en 1898 desde “El Progreso”, La Revista Blanca y “Vida Nueva”, auspiciada sobre todo por Juan Montseny Carret, Alejandro Lerroux y Pere Coromines desde Madrid.
Finalmente, después del asesinato de Antonio Cánovas del Castillo en agosto de 1897 por el anarquista italiano Michele Angiolillo, que pretendía vengar a los ejecutados, Sagasta permitió el regreso de los desterrados, y a comienzos de enero de 1901 dictó el indulto de los que permanecían en prisión.
Fuente: Memoria Libertaria
No hay comentarios:
Publicar un comentario