Errico Malatesta, anarquista

Malatesta fue un anarquista italiano, nacido en Santa Maria Capua Vetere, Italia el 14 de diciembre de 1853. Fue una figura clave en el movimiento anarquista internacional, y contemporáneo y conocido de Mikhail Bakunin, Piotr Kropotkin, Emma Goldman, Élisée Reclus y Rudolf Rocker (con quien fue encarcelado). Fue miembro de la sección italiana de la Internacional y ayudó a organizar el Congreso de la Segunda Internacional en Londres.

Pasó más de la mitad de su vida en el extranjero exiliado. Durante este tiempo participó en muchas huelgas e insurrecciones (por ejemplo, la insurrección antieuropea de Arabi Pasha en Egipto), difundió incansablemente ideas anarquistas (comunidades de inmigrantes en Buenos Aires) y se reunió con otras organizaciones anarquistas (grupos españoles en Nueva Jersey). Por sus actividades políticas fue arrestado en múltiples ocasiones por las autoridades británicas, italianas, húngaras y suizas, acusado (o condenado) de conspiración armada contra el estado, asociación delictiva, pertenencia a una organización sediciosa, difamación criminal, etc. pasó más de 10 años de su vida en prisión, y finalmente murió bajo arresto domiciliario bajo el régimen fascista italiano el 22 de julio de 1932. 

A pesar de identificarse desde el principio con el insurreccionismo, Malatesta más tarde adoptó las estrategias anarquistas de masas, el sindicalismo y fue un defensor clave de la propaganda de palabra. A lo largo de los años, produjo muchos periódicos, panfletos y revistas radicales importantes, incluido el órgano anarquista "La Questione Sociale" en 1883-1884 y el panfleto "Fra Contadini" (Entre campesinos) en 1884, dirigidos a los trabajadores rurales sin tierra.

En 1889 se pronunció contra el “terrorismo” anarquista, defendiendo un “movimiento organizado comprometido con la búsqueda de la libertad individual y la justicia social mediante una actividad que nunca debe estar reñida con sus objetivos”. Más tarde, en su programa de 1897 grabado en "L'Agitazione" (que editó desde Ancona), afirmó la primacía de la voluntad humana en el proyecto emancipatorio, argumentando que “las personas deben velar por su propia emancipación”.

Después de un largo período de exilio, regresó a Italia en 1919, estableciendo el primer diario anarquista, "Umanità Nova". Incluso después de la toma fascista del poder, Malatesta publicó "Pensiero e Volontà" en 1924, hasta que todos los periódicos y revistas independientes fueron cerrados en 1926.

A diferencia de muchos socialistas de la época, es importante por su postura franca y de principios de que los anarquistas no deben tomar partido entre las potencias capitalistas imperialistas en la Primera Guerra Mundial. 

Fuente: Errico Malatesta Archive