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07 octubre 2020

Juicio a Ascaso, Durruti y Jover

Juicio a Ascaso, Durruti y Jover

El 7 de octubre de 1926 son juzgados por la Sala Correccional núm. 11 de la Audiencia de París (Francia) los activistas anarquistas Francisco Ascaso, Buenaventura Durruti y Gregorio Jover. El 30 de abril anterior habían desembarcado en Le Havre, procedentes de Montevideo (Uruguay), bajo los nombres de Roberto Cotelo, Salvador Arévalo y Luis Vitorio Rejetto, respectivamente. 

Dos meses después fueron detenidos por las autoridades francesas. El dictador Primo de Rivera y el rey Alfonso XII de España tenían previsto realizar una visita oficial a París para el mes de julio y poco antes del viaje, el Gobierno español pidió al francés que investigara en los círculos de exiliados españoles para evitar cualquier sorpresa. 

Fue prohibida una manifestación de protesta prevista ante la estación de Orsay y la policía detuvo unos 200 españoles. Entre estos los anarquistas Ascaso, Durruti y Jover. Cuando el monarca ya había abandonado la ciudad, camino de Londres, las autoridades francesas los acusaron de preparar un atentado contra el rey. La judicatura francesa abrió un doble expediente: uno para uso de documentación falsa y llevar armas sin licencia y otro de extradición por las demandas de España y de Argentina, y la causa fue instruida durante el verano de aquel año. 

Los tres anarquistas fueron defendidos por Henry Torrès, conocido abogado de origen norteafricano de los círculos izquierdistas y que durante su vida defendió conocidos anarquistas (Samuel Schwartzbard, Germaine Berton, Ernesto Bonomini, etc.), y André Barthon, diputado socialista. 

El dictador Primo de Rivera y el rey Alfonso XII.

El dictador Primo de Rivera y el rey 
Alfonso XII.

Durante sus intervenciones los anarquistas no negaron sus ideas políticas, haciendo una fuerte crítica a la dictadura de Primo de Rivera, pero rechazaron que pretendieran asesinar Alfonso XIII, ya que sus intenciones reales eran secuestrar, y así, provocar una revolución en España. La vista demostró que se trataba de un juicio político atizado por la embajada española contra unos luchadores que representaban los grupos más avanzados de la oposición contra la dictadura en el exilio. 

Los jueces dictaron una sentencia que contemplaba penas no demasiado fuertes: seis meses para Ascaso, acusado de resistirse a la detención, de uso de pasaporte falso y de posesión de armas prohibidas; tres para Durruti, por los dos últimos delitos anteriores; y dos para Jover, por infracción a la ley de extranjería. De este modo, sólo Ascaso debía permanecer encarcelado ya que le faltaba uno más para cumplir la pena, pero ninguno de los tres fue liberado ya que los gobiernos argentino y español habían pedido la extradición por varios delitos anteriores. 

Durruti y Jover fueron trasladados de la prisión de la Santé a la Conciergerie, donde permanecieron retenidos a disposición de la policía internacional; y Ascaso continuó encarcelado hasta el cumplimiento de la pena en diciembre. Los defensores, para evitar la extradición, recurrieron la sentencia ante el Tribunal Supremo, ganando tiempo y evitando que la policía actuara por su cuenta, y pusieron en marcha una gran campaña de movilización pública presentando el caso como una persecución política. 

Fuente: Estel negre

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