El 8 de octubre de 1924 estalla la primera huelga en el centro petrolero de Barrancabermeja (Santander, Colombia), el más importante del país.
Desde 1919 la Tropical Oil Company (la madeja), filial de la estadounidense Standard Oil Company, se había establecido en Colombia. Las condiciones insalubres de trabajo -según un informe oficial, el 36% de los 2.838 obreros habían caído enfermos durante el primer trimestre de 1924-, la falta de hospitales, la discriminación salarial entre obreros extranjeros y nacionales, el tratamiento autoritario para parte de los capataces y los despidos en masa, motivaron la movilización de los obreros.
La Sociedad Obrera de Barrancabermeja, creada poco antes con el asesoramiento del destacado militante Raúl Eduardo Mahecha Caycedo, firmó en marzo de 1924 un pacto con la empresa, según el cual ésta se comprometía a mejorar las condiciones de trabajo. Mahecha, una especie de anarcocomunista cristiano, mantuvo siempre el principio de la acción directa, es decir, que la clase obrera debía organizarse totalmente al margen de los partidos políticos.
Ante el incumplimiento del pacto, una minoría de obreros comenzó la huelga el 8 de octubre y a los pocos días la totalidad de los trabajadores, más de 3.000, se integraron en el movimiento, además de los comercios y colonos, afectados por el monopolio establecido por la madeja.
La empresa se negó a negociar, alegando que no se podían acordar aumentos salariales sin el acuerdo de la central norteamericana. Desde el principio, el Estado colombiano se solidarizó con la Tropical Oil Company, declarando la huelga ilegal. Al polarizarse la situación, la huelga asumió características insurreccionales: los trabajadores organizaron grupos de autodefensa (Ejército Popular). Buscando paralizar totalmente las actividades de la región, levantaron las vías ferroviarias y bloquearon las carreteras.
Barrancabermeja fue tomada totalmente por los trabajadores, pero no hubo enfrentamientos armados de consideración. Las circunstancias de desarrollo de la huelga, los métodos de lucha empleados, la paralización de las actividades de la región y el control obrero sobre la ciudad reflejan la existencia de una nueva conciencia colectiva entre un sector de los trabajadores. Esta conciencia, si bien manifestó una ruptura ideológica en relación a la organización social dominante, en la medida que subvertir las normas de comportamiento establecidas, no tuvo la oportunidad de erigir formas alternativas de organización social.
La dispuesta intervención del gobierno, que envió a Barrancabermeja a su ministro de Industrias, el general Diógenes A.Reyes, el 14 de octubre, logró finalmente liquidar el movimiento. Ese mismo día, la mayoría de los trabajadores aceptaron un "acuerdo" netamente desventajoso pactado entre la empresa y el gobierno -donde se rechaza todo aumento salarial, se hacen algunas alusiones a mejoras de las condiciones de salubridad y se deja a la empresa total libertad para ejercer represalias sobre los huelguistas-, lo que testimonia la derrota del proyecto radical de tipo libertario, predominante durante los primeros días, y la adhesión de la mayoría a la institucionalidad vigente.
Los trabajadores se reintegraron a sus puestos de trabajo y la paz volvió a reinar en Barrancabermeja. A los pocos días Mahecha y otros activistas son encarcelados y expulsados de la región, acusados de "sedición, heridas, robo y homicidio". Mahecha permanecerá 17 meses cerrado en Medellín y en sólo 20 días 1.200 obreros serán despedidos y deportados.
Fuente: Anarquismo en Colombia
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