Paulino Pallás, anarcocomunista

El anarquista Paulino Pallás Latorre fue fusilado el 6 de octubre de 1893 en Barcelona (Cataluña). Había nacido el 1 de diciembre de 1862 en Cambrils (Cataluña, España) y era hijo de un cantero de Maella. Tuvo una infancia muy dura y aprendió el oficio de cajista, convirtiéndose en un gran lector y un convencido anarquista.

Viajó mucho por Francia e Italia. En Argentina conoció Errico Malatesta con quien viajó hasta la Patagonia. Residió en Rosario, donde obtuvo fama de culto e instruido; como anarcocomunista hizo mítines en Argentina y se celebra mucho el del 1 de mayo de 1890 en Rosario. Según algunos historiadores, el 1 de mayo de 1891 lanzó una bomba en el teatro Alcántara de Río de Janeiro (Brasil). Perseguido, volvió a Barcelona, ​​donde reencontró a Malatesta que acababa de llegar. 

Como no encontró trabajo, compró una máquina de coser e hizo trabajos para una fábrica textil. En aquella época perteneció al grupo anarquista barcelonés "Benvenuto Salud", del que formaban parte Manuel Archs Solanelles y Pere Marbà. 

El 24 de septiembre de 1893, día de la Mercè, patrona de Barcelona (Cataluña) lanzó dos bombas Orsini al grito de "¡Viva la anarquía!" a los pies del caballo del capitán general de Cataluña Arsenio Martínez de Campos y Antón cuando éste iba a pasar revista a las tropas en un desfile en Gran Vía esquina con la calle Muntaner de la Ciudad Condal en venganza por las ejecuciones de cuatro militantes obreros a Jerez. Causó la muerte de un guardia civil (Josep Tous) y varios heridos, entre los que el mismo capitán general y tres generales. Con la confusión de los hechos murieron ocho personas, unos pisados ​​por los caballos de los militares y otros como consecuencia de los disparos efectuados por miembros de la guardia civil. 

Ejecución de Paulí Pallàs en 1893.

Pallàs no intentó huir. Detenido, fue juzgado por un tribunal militar el 29 de septiembre de ese mismo año y pocos días después, el 6 de octubre, fue fusilado en el castillo de Montjuïc (Barcelona, España); sus últimas palabras fueron premonitorias: "La venganza será terrible". Su acción reivindicativa, "Atentado de la Gran Vía", como fue titulado, tuvo mucho eco y el Congreso Anarquista de Chicago de ese año justificó su conducta. 

Impresionó la gran entereza con la que soportó la ejecución y los periódicos anarquistas de la época (La Controversia , El oprimida , La Revancha ), se hicieron eco de su figura. 

Justificó su acción contra Martínez de Campos al considerar que era una ofensa contra la humanidad nombrarlo capitán general de Cataluña. Una carta su autobiográfica escrita el 3 de octubre de 1893 fue publicada un día después de su muerte en el periódico El País. Como hecho paradójico se dio la circunstancia de que después de la ejecución de Pallàs, el cruel general Martínez Anido protegió especialmente a la familia de Pallàs: puso a su compañera a trabajar de cocinera en su casa y protegió su hijo durante toda su vida, que terminó siendo un destacado militante del Sindicato Libre. 

Como protesta por la ejecución de Pallàs, Santiago Salvador lanzó dos bombas en el patio de butacas del Gran Teatro del Liceo, el 7 de noviembre de 1893, comenzando así una larga etapa anarcoterrorista en Barcelona.

Fuente: Estel negre